viernes, 12 de junio de 2009 | |

Ética Profesional

Lo que doy y lo que espero de la empresa que me contrata.

  • Sólo trabajo para empresas en las que puedo generar más valor del que tomo: si una empresa me paga por un proyecto que sé que va a ser un fracaso, replantearé el proyecto para que genere más valor. Si alguien me emplea en un puesto donde estoy generando menos valor que mi salario, replantearé mi puesto o renunciaré.
  • La capacitación en mi área va por mi cuenta: si me interesa un curso o congreso de diseño, no pido que se me pague (aunque se aprecia). El simple hecho de poder asistir sin deducción de los días no-laborados es suficiente para mí. En mis horas libres seguiré aprendiendo por mi cuenta, extendiento mi conocimiento. El desarrollo profesional, al igual que el académico, no termina al salir de clases o del trabajo.
  • En materia de puntualidad, doy lo que recibo: si se me pide estar en mi lugar de trabajo puntualmente, también espero salir puntual y que se me paguen horas extras. Mi preferencia es por un horario flexible, en cuyo caso terminaré dando más horas de las que se esperan de mí.
  • Sólo trabajo en equipos competentes: no me gusta arrear gente para que haga su trabajo bien. En un equipo de trabajo, un miembro incompetente es peor que no tener a nadie, porque no puedes delegar responsabilidades con la seguridad de que el trabajo estará bien hecho. El eslabón más débil no deberá dictaminar el ritmo de trabajo.
  • Diseño para el usuario final: la persona que te contrata siempre sabrá más sobre sus clientes que el diseñador mismo, por eso hay que escuchar cuidadosamente todo lo que pueda decirte acerca del negocio. Sin embargo, a veces toman decisiones en detrimento del producto de diseño (ej: "quiero el folleto diseñado en verde y morado porque son mis colores favoritos"), en cuyo caso habrá que orientar al cliente a tomar una decisión más fundamentada ("Dime qué valores quieres reflejar y te diré qué colores apoyan estos valores").
  • No trabajo para empresas o personas que vayan en contra mis valores éticos: Ejemplos: productos milagrosos que se anuncian en TV, spam, empresas en esquema de pirámide, etc. Aunque no es un valor ético, prefiero mantener mi vida laboral separada de la política y la religión.
  • Profesionalmente, cualquier crítica es bienvenida: jamás me ofenderé si me dices que tengo una deficiencia profesional, por el contrario, lo agradeceré.
  • Espero tener material y equipo adecuado en mi trabajo: un monitor decente, una silla cómoda y una computadora rápida es todo lo que pido para optimizar mi productividad cuando una empresa me ofrece trabajar en sus oficinas.
  • Espero que se confíe en mí: algunas empresas bloquean todo el acceso a internet, telefonía, chat, e-mail, etc. Me parece extraordinariamente insultante que se piense que voy a abusar de estas herramientas cuando las puedo utilizar en beneficio de la empresa.

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